Probablemente os preguntéis el porqué de este título, quizás penséis que estas líneas os dejarán un mal sabor de boca, nada más lejos de mi intención.
Pero reconozcamos que ésta vuelta, “descafeinada”, a la normalidad nos hace volver la vista atrás en busca de recuerdos de tiempos mejores.
Se acerca el verano y nos miramos unos a otros con nuestras mascarillas puestas, el semblante desdibujado como una pintura mal acabada.
Cuesta adivinar si uno está alegre o triste, ilusionado o enfadado. Las palabras salen entrecortadas de las mordazas que nos obligan a llevar.
Nostalgia de un café tranquilo, sin prisas, sin restricciones de ningún tipo. Nostalgia de otros comienzos de verano con planes de sobra preparados, con viajes en horizontes más lejanos.

Esta es una nostalgia ligera, como un vestido de lino blanco, no pesa, me ayuda a aferrarme al presente y a vivirlo intensamente.
Benditos sueños que te acercan a unas personas y te alejan de otras. Benditos sueños que nos elevan y nos permiten fantasear sin restricción ni mordaza.
El roce cálido del Sol en la piel, el sonido del mar meciendo nuestros pensamientos, los pies desnudos sobre la arena y las incipientes marcas de bronceado hacen que toda esta lucha por aparentar normalidad, en medio del caos mundial, se haga más llevadera y más dulce, como el primer helado estival.
Las bicicletas son para el verano y los sueños también.
¿Qué panorama post pandemia nos encontraremos en cualquier rincón del planeta?. Desde la bella Capri, a la lejana Australia. ¿Se convertirán las mascarillas de neopreno en el nuevo must?
Me pregunto qué pensaría Cecil Beaton si levantase la cabeza y contemplase la situación actual. Pobre, estará revolviéndose en su tumba.
Todo es fugaz … vivimos una época como “amantes” casi en secreto.
Entiendo tu nostalgia, aunque confieso que me ha venido muy bien a nivel personal este parón.
Me gustaría vislumbrar el final, me temo que aún queda lejos.
Pero volvemos a tomar un café sin nostalgia.
Un beso
Mercè Taús
Me encanta el color de esas fotografías. Guapísima!
Tardaremos en dejar de sentirla… pero demos por bueno el que despacito volvamos a nuestra vida
Bonita reflexión que refleja la realidad asi es, no lo has podido explicar mejor a veces me gustaría despertar y pensar que solo fue un mal sueño, ojalá pudiera despertar y volver a mi vida normal no esta nueva normalidad, vivo en un mundo extraño la gente desconfía los unos de los otros, paseo por las calles y creo que todos tenemos esa extraña sensacion todo lo que antes era normal ahora es anormal, dificil de encajar todo este cambio mundial se ha creado un distanciamiento social, con todas otras cosas que conllevaran. Seguiré pensando en el ayer y en el mañana pero siempre buscaré mi felicidad y libertad.