Bueno, pues cambio de última hora. Hoy tenía pensado contaros la distopía existencial entre las doctrinas paliontrópica de Parménides frente a la polivagal de Anaximandro, pero igual era demasiado amena para estar a principios de semana. Es broma, hoy pensaba hablar del último libro que he tenido el placer de leer, pero resulta que el domingo pasado tuve la suerte de ir a un concierto y, cuando salía del auditorio, con el subidón de adrenalina aún corriendo por mis venas, no pude hacer otra cosa más que ponerme a escribir sobre éste, a fin de hacer llegar a todos mis amigos (o sea, vosotros) la experiencia vivida.
El concierto al que me refiero es el que tuvo lugar en el Auditorio Víctor Villegas, donde la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (OSRM), el cantante y actor Pepe Alacid, y una potente banda de rock, se fusionaron de manera perfecta añadiendo así mismo sobresalientes dosis de humor.
“Música clásica, uff ¿te cogerías una almohada?”, fue lo que pude oír a más de un amigo, supuestamente entendidos de música, cuando les comenté que me había hecho con las entradas para este singular concierto. No les juzgo puesto que yo, antes de hacerme aficionado a estos eventos, siempre tuve en la mente a gente elegantemente ataviada, con sus trajes de chaqueta ellos, y ellas con refinados vestidos adornados con llamativas joyas, mirando con prismáticos desde su palco, con caras mustias y aplaudiendo en plan cursi…Tengo que admitir que el cine y “los Simpson” han hecho mucho daño a mi alocada imaginación.
Es por ello que mi artículo de hoy quiera acabar con estos estereotipos, derribando los muros que, a veces, levantamos a fin de separarnos de todo aquello que no conocemos y perdemos, por tanto, la oportunidad de experimentar situaciones fantásticas y realmente enriquecedoras.
“Show must go ÖSRM Junior” supuso, como digo, una fusión perfecta de estilos tan diferentes como puede ser la Música Clásica, Rock & Roll, Heavy, Pop, y todo ello en clave de humor, ideal sobre todo para los más pequeños de la familia, pudiendo así plantar en sus jóvenes cabezas la semilla de un gusto por la música y el espectáculo, y transmitiéndoles de igual modo aquella pasión por las canciones míticas con las que crecimos y forjaron nuestro carácter.
La OSRM como siempre magnifica, con nuestra paisana, la mayúscula Virginia Martínez Fernández, a la batuta
¿Qué puedo decir de ella que no se haya dicho ya?, complicado, pues desde que con trece años, nada más y nada menos, se hiciera cargo de la dirección de Coros Infantiles Hims Mola en su ciudad natal de Molina de Segura (¡Qué bonita ciudad!… lo tenía que decir, lo siento) supimos de lo que esta chica prodigio era capaz.
Posteriormente se trasladaría hasta la cuna de la música clásica, Viena, donde terminaría de formarse, comenzando a partir de entonces una exitosa carrera la cual le deseamos que nunca se termine. Sí, lo sé, todo esto que he comentado no es ninguna novedad, por eso, y puesto que cuando se escribe algún artículo tienes que aportar algo innovador, os daré una primicia. Pondría música de fanfarria a fin de darle algo de emoción pero, lamentablemente, no puedo, así que sin más dilación diré que esta mujer es prima del famoso novelista murciano Alberto Vicente Fernández, el que sin duda se confiesa uno de sus más fieles seguidores ya desde niños.
Efectivamente, es mi prima y se me llena la boca de orgullo cada vez que hablo de ella, pero no por lo que sobresale y queda fuera, digno siempre de admiración, sino sobre todo por aquello que lleva dentro, unos valores realmente encomiables.
En el otro lado del escenario pudimos disfrutar con un fantástico y divertido Pepe Alacid, acompañado de una potente orquesta de Rock y fusionando estilos de una forma formidable.
Digo divertido, y quizás me quedo corto, pues otro punto fuerte de la mañana estuvo la gran puesta en escena de este polifacético cantante y actor, que consiguió que los peques, y los no tan peques, no pudiéramos parar de reír.
He de reconocer que hasta poco antes del concierto, era un completo desconocido para mí, una pena, desde luego, no haberlo conocido antes, pues su puesta en escena es algo sorprendente, ya que, además de una gran voz, es único con su sentido del humor. Vale, todo eso está muy bien, pero y fuera del escenario ¿qué? A lo mejor es un divo que va levitando a diez centímetros del suelo… ¡Pues no!, además puedo dar fe que es un tipo realmente cercano y agradable, tanto dentro como fuera de las tablas, pues estando en la puerta del auditorio, esperando para saludar a mi prima y hacernos fotos como es costumbre, apareció este hombre y, dejando todos sus bártulos a un lado y haciendo esperar incluso a sus familiares, comenzó a hacerse fotos con mis peques en poses súper divertidas. Como digo, un artista dentro y fuera.
Y del concierto, como mencioné antes, totalmente recomendable para un domingo en familia, padres hijos, e incluso abuelos, como fue mi caso, porque mis padres decidieron acompañarnos, y terminaron bailando con canciones que también les traían momentos mágicos de su juventud.
“Miguel Ríos”, “Mecano”, “Europe”, “Guns and Roses” y por supuesto, cómo no, el mítico grupo con el que le da nombre al concierto: “Queen” ¡Que grandes todos! y qué gusto poder bailar estas canciones con mis peques y que vean que su padre no es ningún carroza. Eso es lo que creo yo, igual ellos tienen otro concepto de mí.

También hubo momentos palpitantes, como la pelea de gallos entre el violinista concertino @darlingdyle contra el guitarrista @juanjo_pelegrin cuando, exhibiendo de una forma brillante sus dotes artísticas, ambos trataban de ver cuál era el mejor estilo musical. Por supuesto quedó en un más que meritorio empate.
Además de todo lo anterior, también hubo momentos delirantes en los que el inmenso Pepe Alacid, cambiando totalmente de tercio, comenzaba a cantar y bailar las canciones del Pop actual de la mano de “Aitana y zoilo”, y “Camilo”, siendo ahora yo ahora el que disfrutara viendo a todos los pequeños, y algunos mayores, dando saltos y haciendo los pasos de baile de los “tik- tok”, esos que tan de moda están ahora y que, por cierto, tan mal se me da bailar. Como digo, momentos entrañables.
Como me estoy quedando sin batería en el ratón iré terminando, y qué mejor forma de cerrar que aludiendo a las palabras que el mismo Pepe Alacid dijo en su despedida al señalar que: “en la vida, igual que se había hecho en ese concierto, no hay que encerrarse en un solo gusto, no sólo en lo musical, sino referido a todo, pues si lo hacemos así, nos estaremos perdiendo cosas, y personas, realmente maravillosas por miedo a salir de nuestro espacio de confort”.
Así es que cuando suene en la radio una canción de esas que están de moda y que jamás le hemos dado la oportunidad por no casar con nuestros gustos, dejémosla hasta el final y apreciemos el cariño y esfuerzo que puso quien la creó.
Un placer como siempre compartir con vosotros mis historias. Gracias y hasta pronto.