El libro Champagne Supernova, de la periodista Maureen Callahan, recuerda la década de los años 90 como un momento idílico en la historia de la moda. A través de sus tres personajes: Marc Jacobs, Kate Moss y Alexander McQueen, realizan una radiografía del mundo de la moda durante aquella década.
El libro relata los excesos de personajes de la moda de los años 1990, como la modelo de espigada figura, reinventada una y mil veces, Kate Moss y los diseñadores MarcJacobs y Alexander McQuuenn. Estos tres talentos de la industria de la moda son los protagonistas del libro «Champagne Supernova» escrito por la periodista del «New York Post» Maureen Callahan y lanzado recientemente, en septiembre.
Callahan hace hincapié en el rápido estrellato de Kate Moss en las pasarelas, siendo a penas una niña, de sus filtreos con la droga, y de su afición por las orgías, y por los tríos, como el que protagonizó con el actor Jude Law y su mujer, que finalmente le llevó a romper su relación de tres años con el actor Johnny Depp.
En propias palabras de la periodista, Moss es «una verdadera súper modelo rockera y nunca se ha disculpado por ello, una transgresora en su mundo sin alma».
Toda una vida compartida con sus dos grandes mentores, los diseñadores Alexander McQueen y Marc Jacobs, de quien también habla el libro, mencionando sus excesos y las tendencias suicidas del primero después de la muerte de su madre. De hecho, McQueen tan solo tenía 40 años cuando se quitó la vida en 2010. Sus amigos ya sospechaban de su trastorno bipolar, agudizado por el uso frecuente de las drogas.
En cuanto a MarcJacobs, el libro menciona que su relación con las drogas le alejó de su familia y que actualmente no mantiene contacto con ninguno de sus hermanos. «Tuvo que ingresar en un centro de rehabilitación porque le estaban expulsando incluso de los aviones. Perdió mucho el control».
«El apetito de ambos por el alcohol, las drogas, los cigarrillos y el sexo era voraz», describe Callahan en su libro. «Kate y Johnny eran la pareja más sexy y más enganchada a las drogas desde Keith Richards y Anita Pallenberg».
Su sonado romance con Jhonny Deep, finiquitado durante el festival de cine de Cannes en 1997, justo después de su debut como director de cine con The Brave, dejó muy mal a la modelo, que ya antes de conocer al actor había tenido serios problemas de adicción al alcohol y las drogas, debido a su baja autoestima.
«De una sola sentada podía esnifar tres gramos de cocaína y beberse una botella entera de vodka», la bebida menos perjudicial, según su médico, para mantener su belleza, reza la periodista en su estrenado libro.
Callahan enfatiza en las carencias de Kate Moss, cuando al ser descubierta a los 14 años por la fotógrafa de moda Corinne Day, comenzó a tener serios complejos por su delgadez extrema, su poco pecho y sus dientes torcidos, Aún así ha llegado a ser un auténtico mito de las pasarelas.
Kate Moss y sus romances, sus adicciones y su carrera que la lanzó al estrellato como musa Calvin Klein –marca que inicialmente, quería a Vanessa Paradis para sus campañas de los ’90 pero que se quedó con Moss- se mencionan en este volumen acompañadas de otras crónicas como su relación con Corinne Day, la fotógrafa que la puso en la portada de The Face.
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