Ginés García Millán viene muy a menudo por Murcia, su tierra, y esta vez no hemos querido que se nos escape. Había oído hablar de su cercanía, todo el que lo conoce habla maravillas de este actor de raza, y así lo he constatado en persona. Lo esperamos impacientes en el hall del hotel donde se hospeda. La noche anterior estrenó en su querida Lorca la obra de teatro JUGADORES.
Ginés nos sorprende de forma silenciosa, felina diría yo, a juego con esos ojos y esa mirada que traspasa la pequeña y la gran pantalla, como si no existiesen distancias.
Reconozco que me impone, pero pronto comienza a hablar y me dejo llevar por la serenidad que desprende el tono pausado y firme de su voz.
¿Qué te trae esta vez por tu tierra Ginés?
Yo soy de Puerto Lumbreras, y siempre que vengo a Murcia. Me encanta, es lo que se dice «jugar en casa» utilizando un símil futbolístico , porque es mi tierra, porque me encanta venir a disfrutar con mi gente y porque en mi tierra se sigue haciendo teatro y, en este caso me trae una función de teatro que se llama «Jugadores», un texto de un autor catalán que se llama Pau Miró que se estrenó en catalán en el Lliure el año pasado, nosotros lo hacemos en castellano, y en Italia también fue premiada al mejor texto europeo del año. Es una función muy interesante.
¿La representáis en Lorca?
Esta semana estamos en Lorca, en Molina, en Cieza y en Cartagena. Y en febrero venimos a Murcia, a el Teatro Circo.
Aparte de por esta función que te ha traído por Murcia, ¿vienes mucho a la tierra, verdad?
Sí, cuando no estoy trabajando vengo porque me encanta estar en mi pueblo, con mis amigos, con mi gente. Mis hijos también están aquí, así que sí, vengo muy a menudo.
Te hemos visto en series de televisión de gran audiencia, como en Isabel, o en Cuéntame,… ¡por cierto! ¿Nos vas a dar más sorpresas con el personajes de Lucas, que intenta seducir a Mercedes?
De momento no, está aparcado ahí. Creo que causaron tanta polémica los cuernos de él, que se echaron para atrás -risas-. Te confieso que entré para algo más, pero se quedó ahí un poco en el aire, pero bueno, nunca se sabe si volverá. Ahora de momento no va a poder ser, porque estoy en otra cosa, que ahora te contaré…
¿Puede ser la serie Velvet?, ¿nos puedes adelantar algo?
Te puedo contar que entro en los cuatro últimos capítulos de la temporada para quedarme en la siguiente y yo soy un Márquez, el hermano de Rafael, que echaron de las galerías cuando era joven….
¿Así que eres tu…?
Sí, soy yo -risas- Y bueno voy a tener un reencuentro con Aitana, que fue el amor de mi juventud. Así que vamos a disfrutar de esto y a pasarlo bien.
Tengo entendido que ibas para futbolista, ¿eso es cierto?
Sí, bueno es que en mi pueblo pocas cosas se podían hacer aparte que jugar al fútbol. Era un pueblo muy pequeño en aquellos años, y no teníamos más opciones para divertirnos que jugar en la calle, y a lo que jugábamos era al fútbol. A mi se me daba muy bien y el deporte me llevó primero de allí a Murcia, donde me vio un ojeador, luego me llevaron a Valladolid, y ese año hicieron un equipo estupendo con jugadores de toda España. Más tarde de ahí salieron jugadores estupendos que luego jugaron en primera división como Torrecillas, Fonseca, Sergio…gente estupenda y que siguen siendo amigos, de los que guardo un recuerdo maravilloso de aquella época. Pero lo que yo realmente quería era ser actor.
¿Y cómo surgió lo de ser actor?
Realmente no sabía lo que quería ser en la vida, y uno entiende que ha nacido con un don y creo que yo nací con éste, y bueno, un día estaba en la facultad, en Valladolid, y tomé la decisión de ir a Madrid para estudiar en la Escuela de Arte Dramático y pelear por lo que realmente quería ser.
¿Tu primer papel importante, o profesional, lo recuerdas, a parte de los del colegio?
En el colegio, en el instituto, siempre hay algún gracioso que imita a los profesores, pues ése era yo. De pequeño el que cantaba en inglés, sin saber inglés era yo, bueno siempre me ha gustado la interpretación, y el primer papel profesional fue en la escuela de teatro, en el último curso, antes de acabar hicimos un grupo y representamos Hamlet, fue una experiencia y un montaje del que tengo un recuerdo maravilloso. Siempre digo que empecé la casa por el tejado y luego ha ido a peor-risas-.
¡No creo yo!. Siempre suelen darte papeles de hombres con mucho carácter, y por qué no decirlo, de seductor, ¿te ves cómodo en este tipo de papeles, o te apetecería probar otros?
Si bueno, uno siempre quiere probar cosas distintas. Quizá las series con más éxito que he hecho han sido con estos papeles, pero si te pones a mirar toda mi trayectoria, he hecho de todo. Pero es verdad que el físico te condiciona, y si das el perfil de malote, y con cara de mala uva, no se me da mal…
Bueno, tampoco tan malo.
Exacto, tampoco son malos de una pieza, siempre tienen esos matices que tienen sus razones, un malo, malo porque sí no tienen razón de ser.
Has trabajado con muchos directores, pero si sonase el teléfono ahora mismo ¿quién te gustaría que estuviese al otro lado para decirte, Ginés, te necesito en mi película?
Bueno, la verdad es que he tenido suerte de trabajar con gente maravillosa, y sobre todo estoy muy agradecido de haber trabajado con compañeros con los que he aprendido mucho. Esto es una carrera de oficio, de largo recorrido en la que, sobre todo, se aprende trabajando. Y he tenido la suerte de trabajar con los mejores. Yo creo que cualquiera que me llame para trabajar en su proyecto me sentiré muy honrado y es una suerte que alguien te llame para trabajar.
Vamos a conocerte un poco más, ¿que película te ha marcado?
A mi una película que me encanta, que siempre que puedo la veo, me parece una belleza, una visión poética de la vida, es Amarcord, de Fellini. Me marcó cuando la ví, me parecía como algo mágico, y me encanta. Y luego otras muchas, a mi me gusta mucho el cine de Berlanga, de Jhon Ford…
Y, ¿cine o teatro?, ¿donde te sientes más cómodo?
Me siento bien haciendo proyectos que me enriquecen, que me aportan, que me hacen crecer como actor y como persona. No tengo predilección, la esencia es la misma. La técnica es diferente, eso sí.
¿Cómo te preparas los personajes?
Bueno depende de los personajes, de los proyectos. Lo que pasa es que el teatro tiene algo incomparable, que es esa cercanía con el público. En el teatro lo que sucede en ese momento, ya no va a suceder más. Es emocionante. Y cuando se crea una complicidad con el público, cuando eso se establece, es único. Hay actores que no lo necesitan, no hacen teatro y no pasa nada, pero los que tenemos ese veneno ahí…
El aplauso en directo…
Sí, tenemos la suerte de que en nuestro trabajo te aplauden y es de agradecer. Y en cuanto a los personajes, bueno, depende también de cada proyecto. Depende de cómo el director quiera enfocar la película o la obra. Yo soy actor de oficio, pero también de intuición, así que me acojo a las dos cosas, tengo cosas a las que agarrarme para prepararme un personaje y luego intento jugar con esa inocencia de los críos…que juegan como de mentira, pero juegan de verdad.
Para terminar, ¿puedes adelantarnos algún proyecto?
Bueno, sí, ahora estaremos con la gira de teatro hasta julio y compaginaré con Velvet, que entro ahora…
¡Me has dado una alegría!, sigo la serie…
Sí, la verdad es que estar en una serie de éxito, muy bien hecha, con unos actores estupendos, bueno, estar ahí es otro regalo más.
El regalo nos lo has hecho con esta entrevista.
Muchas gracias, ha sido un placer.
