Al despojarnos de las ropas de abrigo con la llegada del buen tiempo queremos tener una piel bonita y bronceada, con un color tostado con el que lucir mejor las prendas de verano.
En todos los terrenos los extremos son peligrosos y en el caso del bronceado lo es más, ya que la piel tiene memoria y con los años empezará a recordarlos las locuras que hemos cometido de jóvenes poniéndonos al sol sin protección o más tiempo del indicado.
Como muchos ya hemos metido en el maletero del coche la esterilla de la playa y la protección solar, la dermatóloga Carmen Brufau, jefa de la sección de Dermatología del Hospital Universitario Reina Sofía de Murcia, no quiere dejar pasar la ocasión de recordarnos lo peligroso que es exponerse al sol sin las medidas adecuadas y nos enseña a disfrutar de esta época del año sin peligros.

– Con el verano llega también la obsesión por lucir una piel morena. ¿Se siguen cometiendo locuras bajo el sol?
– Pues sí, todavía hay mucha gente que no es consciente de los problemas que ocasiona la exposición al sol sin control. No hay más que ver que las playas están más llenas en las horas centrales del día que a ninguna otra hora. Sin embargo, también hay cada vez más personas que siguen las normas adecuadas para una buena exposición solar.
Es importante tener en cuenta que el sol que nos da por la calle es el mismo sol que tomamos en la playa. Todo el sol que vamos tomando al día, sin ser conscientes de ello, se suma al que tomamos en los momentos en que lo hacemos conscientemente, como cuando vamos a la playa, a la montaña o cuando hacemos deporte al aire libre y es igual de perjudicial.
– ¿A qué edad se comienza a tomar conciencia del peligro de una exposición prolongada?
– Hay muchos padres que protegen a sus hijos adecuadamente desde muy pequeños y lógicamente, estos aprenden así a protegerse. Sin embargo, entre los adolescentes y jóvenes todavía está muy arraigada la moda de ir bronceado en verano y a esa edad no todos se protegen adecuadamente, sin darse cuenta que las quemaduras solares en la infancia y en la juventud son fuente de envejecimiento prematuro y de lesiones precancerosas y cáncer de piel a partir de los 50-60 años.
– ¿Qué pautas habría que seguir cuando vamos a pasar el día a la playa o a la montaña?
– Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día (de 11.00 a 17.00 horas). Sobre todo cuando la sombra que proyecta nuestro cuerpo es el suelo es más corta. En cualquier caso hay que usar crema solar de alta protección (factor de protección 40 ó 50) y tener en cuenta que cualquier protector, por alto que sea su PFS, solo protege durante las dos horas siguientes a su aplicación, por lo que habrá que volver a aplicar la crema pasado ese tiempo si seguimos al sol, sobre todo si nos hemos bañado o hemos sudado mucho.
– ¿Y con los niños?
– Hay que utilizar un protector solar especial para niños, que llevan filtros físicos (los de adultos sin problemas son filtros químicos). Aunque son menos cosméticos, son más seguros.
Además, hay que tener en cuenta que los niños menores de 6 meses no deben tomar el sol.
– ¿Qué hay que tener en cuenta cuando compramos un protector solar?
– Lo dicho para los niños. Las personas adultas que tienen tendencia a que la exposición al sol les produzca distintas lesiones en la piel como erupción solar polimorfa o la urticaria solar, o aquellas que tengan alguna enfermedad que empeora con la exposición al sol, pueden comprar los protectores que indican en el envase: ‘especial alergias solares’.
Las personas con tendencia al acné deben utilizar cremas de protección libres de grasas, que suelen ir en forma de gel o emulsión, para evitar que los poros se ocluyan, lo que produciría más lesiones de acné (más granos).
Ahora hay muchas cremas cuya galénica las hace muy cosméticas. Es preferible comprar una de estas cremas, que no sean pastosas, para facilitar que los interesados se las apliquen y no las rechacen por estos motivos.
– ¿Las personas de piel morena toman menos precauciones?
– A veces estas personas piensan que como ya tienen la protección natural que adquieren con el tono bronceado y no se queman, no necesitan utilizar protección solar. Sin embargo, aunque es cierto que no necesitan una protección tan alta como las pieles más claras, que se queman con facilidad, conviene que utilicen cremas para evitar los problemas que el sol produce a largo plazo: la aparición de cáncer de piel.

– Se dice que la piel tiene memoria y que con los años pueden aparecer problemas por no haberla cuidado. ¿Cuánto tiempo pasa hasta que aparecen los primeros signos de alarma?
– Pueden pasar muchos años desde la exposición solar hasta los primeros signos de alarma. De hecho, el daño solar va apareciendo muy lentamente a lo largo de la vida y cuando empiezan a aparecer, quiere decir que ya hemos tomado el sol en exceso y eso no tiene vuelta atrás. Por eso hay que protegerse antes de que empiecen esos signos de alarma, en la infancia y la juventud.
– ¿Cuándo se debe visitar al dermatólogo?
– Las personas que tienen muchos lunares deberían ir al dermatólogo al menos una vez en su vida, para que éste le indique si tiene que hacer revisiones periódicas, según el tipo de lunares que presente. También los familiares de las personas que hayan desarrollado un melanoma, ya que este tumor maligno de la piel puede ser hereditario y explorando periódicamente los lunares (Nevus melanocíticos) se podría detectar precozmente un posible melanoma y así poder extirparlo en los momentos iniciales del tumor, que es la única manera de poderlo curar definitivamente.
Las personas que tengan dudas acerca de la conveniencia de ser visto por un dermatólogo deben acudir a su médico de familia, que será quien lo valore.
– ¿Qué es más peligroso, el sol o las cabinas de bronceado?
– Son igual de peligrosos, a pesar de que la propaganda de las cabinas de bronceado digan que los rayos UVA son menos peligrosos que la luz solar.
– ¿Qué alimentos ayudan a mejorar el estado de la piel?
– En general, una alimentación variada es ideal para mantener una piel sana, incluyendo frutas y verduras. Además de la alimentación hay que tener presente que el tabaco tiene unos efectos muy perjudiciales sobre la piel, que envejecerá antes y aumentará el número y profundidad de las arrugas.
Ana García. Periodista especializada en Salud.
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