La doctora Marta Garaulet hace un paréntesis en su trabajo de investigación en la Universidad de Harvard para atender a Generación Fénix y dar a los lectores una pautas con las que hacer frente a la tan temida «operación biquini» y llevar una alimentación saludable.
La nutricionista colabora con este centro universitario desde el año 2012 como visiting professor y actualmente está inmersa en un trabajo que relaciona la obesidad y los horarios de comida y de sueño. Además, estudia la cronobiología de los individuos y su asociación con la obesidad.
Acaba de publicar en la revista Plos One un artículo sobre cómo aquellas personas que son emocionales con la comida pierden menos peso y de forma más irregular cuando siguen una dieta, a lo que se une que si son vespertinos (nocturnos) la situación empeora aún más.
Esta misma semana también ha publicado en la revista Sleep que comer hidratos de carbono simples (dulces) por la noche no es aconsejable para nuestra salud, ya que se toleran peor los azúcares y la insulina, hormona que ayuda a metabolizar los azúcares, funciona peor por la noche.
También han detectado que aquellas personas que toman melanina para dormir por la noche deben distanciar esta toma al menos dos horas de la cena, con lo que se evita este efecto de intolerancia a los azúcares.
Garaulet es Catedrática de Fisiología y Bases Fisiológicas de la Nutrición en la Universidad de Murcia (UMU) y máster en Salud Pública por Harvard. Así como autora de algunos libros prácticos como «Pierde peso sin perder la cabeza, «Niños a comer»o «535 recetas para adelgazar comiendo».
La mayoría de las personas están descontentas con su peso. ¿Qué consejo daría para perder esos kilos que sobran antes de que nos plantemos en la playa?
Tratar de tomar verduras, frutas, legumbres (lentejas, garbanzos y habichuelas), arroz, pasta y pan integral, así como pescado. Hay que tener cuidado con las bebidas, sobre todo con esas que se toman como si fueran agua y no lo son (zumos, bebidas azucaradas, cerveza, etc). Además de tener cuidado con los horarios, ya que no hay que hacer la comida de mediodía después de las tres y hay que cenar pronto. Al menos dos horas antes de ir a la cama.
En estas fechas se habla de la ‘operación biquini’, pero tras la Navidad llega la «operación polvorón». ¿Nos pasamos la vida a dieta?
Si, la sociedad actual es una sociedad obesogénica y si no nos cuidamos y nos dejamos llevar por lo que nos rodea es fácil que acabemos todos obesos. Es importante no abandonarse.
¿Cuáles son los alimentos que más sacian y de los que no deberíamos prescindir?
Las legumbres, las frutas y las verduras.
¿Es cierto que el pan engorda?
Todo lo que lleva caloría engorda, pero no engorda más que las carnes, por ejemplo y presenta menos calorías que las grasas. Hay que tomarlo tres veces al día, midiendo las cantidades (90 gramos como mucho) y a poder ser, integral.
El estrés y el ritmo de vida actual hace que muchas veces comamos algo rápido de cualquier manera, ¿se está perdiendo la comida de cuchara?
Si, es una pena, ya que es parte de nuestra cultura mediterránea y nos ayuda a conservarnos sanos y delgados.
En cualquier revista, programa o centro deportivo nos bombardean con dietas proteicas. ¿Son éstas las nuevas dietas milagro o son peligrosas?
No son aconsejables. Pueden llegar a ser peligrosas si se supera cierto límite de proteínas y si se siguen durante mucho tiempo. Sobre todo para nuestro riñón, que debe eliminar muchos residuos procedentes de la transformación de proteínas a carbohidratos en nuestro organismo.
Ha llevado a cabo una investigación sobre la relación del peso y el sueño. ¿No descansar bien se nota en la báscula?
Si. Hay diversos estudios que muestran que aquellos que duermen poco (al menos dos horas menos de las que necesitarían) llegan a ingerir de 300 a 500 calorías más al día. Esto es especialmente importante en niños y adolescentes, que al dormir menos engordan porque se mueven menos y comen más y peor, tal y como publicamos en un estudio realizado en 3.000 niños europeos en la revista International Journal of Obesity, en el que los españoles estaban entre los que menos dormían.
¿A quién afecta más, a hombres o a mujeres?
Parece ser que les afecta más a las mujeres, pero hacen falta más estudios en diferentes edades.
¿A ellos también les obsesiona el peso?
Cada vez más, ya que la obesidad no es aceptada en esta sociedad. Además de que es un riesgo para la salud, especialmente para el hombre que presenta una protección hormonal menor que la mujer. A esto se une que el hombre tiene una distribución de grasa corporal peligrosa, tipo androide o manzana, con acumulación de grasa en la barriga, que presenta un mayor riesgo para el corazón.
¿Por qué después de comer siempre nos apetece algo dulce?
Porque nuestros receptores al dulce son los últimos que se estimulan, antes lo hacen los receptores a las grasas, lo que desencadena esta reacción.
¿Qué no se llevaría usted jamás a la boca?
Un donuts. Tras hacer unos experimentos vi el tipo de grasa saturada que lleva y desde entonces no los pruebo. Y eso que aquí, en Boston, estoy rodeada de ellos (risas).
Ana García. Periodista
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