Gloria llega a su camerino agobiada por el barullo de sus fanáticos niños que la aterrorizan, y con ella, entra “alguien más”, con quien la poeta comienza un diálogo cómplice lleno de recuerdos, ternura y comicidad.
De entre sus memorias, emerge como un sueño el primer día de clase sobre poesía española que impartió en una universidad norteamericana en 1961: Gloria estaba en su plenitud intelectual, dispuesta a enseñar, a escribir, a amar ….
Su relación con Phyllis – rubicón sentimental y literario de su vida- cobrará especial relevancia en esta crónica desordenada de su recuerdo autobiográfico y poético. Su infancia en el marco de la guerra, sus amigos, su dios, su pasión por la escritura y su compromiso con los más desfavorecidos, formarán también parte de su «viaje», que transcurre como un relato fracturado en ocasiones por la pena, y en ocasiones por la alegría y el contento de vivir.