Están en la cresta de la ola, aunque se lo toman con calma, porque saben a qué se enfrentan. Es la ventaja de curtirse en los directos durante años. Te da una visión diferente de la profesión, te da una perspectiva más terrenal de lo que implica tener éxito.
“Autoterapia” es el cuarto disco de Izal, un disco hecho con calma y lucidez, cuyas canciones están repletas de mensajes, con los que todos nos podemos sentir identificados.
Quizás, nos llama la atención que, a pesar de ser una de las bandas más valoradas del panorama nacional actual, sigan trabajando con sello independiente, pero es algo fundamental para ellos.
De estas y otras cuestiones, hemos estado charlando con el batería del grupo, Alejandro Jordá, antes de su concierto en el Recinto Ferial La Fica, de Murcia, el jueves 2 de mayo.
Para empezar, me gustaría saber si se necesita mucha autoterapia, para hacer una gira, que empieza en febrero y acaba en septiembre, o directamente os ponéis en manos de profesionales…
Se necesita mucha autoterapia. Tenemos la manía de crear todo lo que seamos capaces de crear y trabajamos mucho, para poder hacer lo que nos gusta. Eso hace que dejemos en manos de profesionales sólo lo esencial y estemos al tanto del resto, de una forma minuciosa. Cuesta más y se disfruta más.
Supongo que os movéis como pez en el agua en los directos o eso, al menos, indica la cifra de conciertos que lleváis en el cuerpo.
Tenemos la suerte de haber tocado mucho para llegar donde estamos. En todo tipo de locales y recintos, y en todos los formatos que hemos podido. Nos queda muchísimo por aprender, por supuesto, pero disfrutamos tanto el directo que lo trabajamos a fondo, para poder dar en él lo máximo.

Viendo los llenazos que tenéis en los conciertos, es abrumador, no me extraña que os hayan dado el premio bastardo: “estás más visto que la Chelito”…jajaja ¿Os hizo ilusión?
Nos hace ilusión tener tantos conciertos (Gracias a nuestra oficina Hook Management, que se desvive por ello) y que esté yendo tan bien la asistencia a ellos. Es nuestro trabajo, y cuanto más trabajemos, mejor.
Fuera de bromas, ¿Cómo os enfrentáis a esta forma de vida? Porque fácil no es.
Cuando algo te apasiona, pesa tanto en la balanza que lo difícil se hace fácil. Viajar tantas horas, ensayar, reuniones… todo pesa muy poco comparado con la sensación que te da el escenario.
Sois el espejo en el que se miran un montón de jóvenes, que sueñan con subirse a un escenario y tocar su música. ¿Qué consejo les daríais? Contad lo malo también.
Trabajar mucho disfrutándolo. Invertir todo lo que tienes si realmente crees en ello y siendo consciente de que, si no consigues llegar donde esperabas, no es un fracaso. El fracaso habría sido no intentarlo.
Vuestro cuarto disco es más calmado, más profundo, al parecer, que los anteriores. Cuenta con la colaboración del violinista Ara Malikian, un homenaje a Queen...¿Con qué os quedáis vosotros de “Autoterapia”?
Con todo lo que nos aporta haber hecho un disco, con la libertad que siempre habíamos soñado. Y cuando digo libertad me refiero a la libertad de tener los medios que queríamos. Eso es algo que nunca habíamos tenido aun.
Ya que ha salido Queen, grupo del que Mikel Izal es muy fan ¿con qué banda de los 80-90 os hubiera gustado tocar además de esta?
The Beatles, Peter Gabriel, Toto… muchos genios en aquella época.
¿Qué opinión tenéis de la música de esa época?
Hay muy buena música en todos lados y, por suerte, hay posibilidad de escuchar la música más lejana. Es enriquecedor y bonito ver cuánto talento hay actualmente.
También hay un tema del disco, que se llama Bill Murray, y hace referencia a la peli “Atrapado en el tiempo”. ¿Nos contáis de qué va?
No solemos contar el sentido de las letras, pero de esta sí hemos hablado alguna vez. Tuvimos la suerte de hacer tres noches seguidas en el circo Price de Madrid y era algo así como estar atrapado en el día de la marmota, mismas rutinas. De ahí el paralelismo que Mikel quiso hacer con esa película, que tanto nos gusta.
¿Creéis que estamos en un día de la marmota permanentemente?
En muchas cosas sí, en otras no. Pero es muy humano repetir comportamientos, tanto buenos como malos.
Lo de “buscar a los malos” también me nos gusta, pero ¿no pensáis que cada vez hay más? ¿Qué hacemos para combatirlos?
Cada vez se les ve más, pero sigue habiendo los mismos, sólo que con más poder. Y para combatirnos sólo queda una cosa: unirnos.
Muchas referencias astronómicas en vuestras canciones, ¿no? También en Autoterapia…
Es otro campo que nos llama mucho la atención, en especial a Mikel, que es quien las escribe.
Dicen que sois el grupo de masas de la escena indie actual, pero lo cierto es que, a diferencia de otros grupos similares, vosotros habéis llegado a sonar en las radios generalistas. Entonces, ¿lo de ser indie suma o resta?
Nunca hemos sido partidarios de esa etiqueta, porque no pensamos que haga referencia ni al número de gente que te sigue, ni al estilo musical, ni a la radio que pone tus canciones. Para nosotros hace referencia a la autogestión. Seguimos siendo auto gestionados, de momento, independientes en ese campo.
Me interesa mucho el feed back de vuestros conciertos en Londres. ¿Qué tal han ido?
Fueron muy especiales, porque eran salas más pequeñas de las que estamos acostumbrados a tocar y ahí se respira otra energía, es muy bonito lo que se genera. ¡Volveremos!
¿Y cómo os planteáis el futuro de la banda, después de tantos éxitos, después de tantos sold out y los que, visto lo visto, os quedan?
Nos planteamos seguir trabajando y disfrutando de ello, con los ojos puestos también en Latinoamérica y esperando a ver qué nos depara este camino, que tantas alegrías nos está dando.
Por último, ¿Qué grupo habéis escuchado últimamente que os haya gustado y nos recomendaríais?
Morgan, Bicho Blanco (de México), Lígula.
Escucha aquí «Aototerapia»