Javier Iriondo es un auténtico hombre fénix. Se ha tenido que reinventar varias veces, por lo que sabe perfectamente lo que es tocar fondo. La vida lo ha puesto a prueba y él le ha plantado cara y ha resurgido de sus cenizas siendo mucho mejor. Experto en crecimiento personal, escritor de varios libros de éxito, da conferencias por todo el mundo y es un tipo realmente divertido.
Escucha «Entrevista a Javier Iriondo» en Spreaker.Encantados de tenerte en Generación Fénix Magazine, Javier.
Nuestra revista se llama Generación Fénix. Tú sabes mucho sobre el mito del Ave Fénix y lo de resurgir de las cenizas…Eres un superviviente…Has tenido que empezar varias veces…
Unas cuantas, la verdad. He vivido vidas muy distintas que no tienen nada que ver una con la otra por los cambios que ha habido. Pero, al final, cada vez que pienso en lo que parecía el peor día de mi vida, digo: menos mal que me ocurrió aquello, porque gracias a eso ocurrió todo lo que ha venido después.
Y cuando se toca fondo, ¿cómo se sale?
Cuando se toca fondo lo primero es dejar de cavar y eso significa dejar de lamentarse. Hay un momento en el que realmente tocas fondo y empiezas a estar harto de estar harto. Cuando eso sucede hay un día en que tomas una decisión visceral que nace del corazón y eso provoca un cambio de energía. Y piensas: no sé qué lo que voy a hacer pero hasta aquí hemos llegado.
A partir de ahí llega la conquista de uno mismo y te sumerges en todo lo positivo, en todo lo que te inspire, en todo lo que te pueda enseñar algo y, en definitiva, te afanas en mejorar la calidad de tus pensamientos porque es lo que va a mejorar la calidad de tus emociones. Al final, se trata de hacerte un socio de esa voz interior que tantas veces te maltrata. En definitiva, la gran batalla de la vida tiene que ver con esa conquista interior.
¿Por qué crees que nos conformamos con tener una vida de autómatas?
Tenemos que pensar que, a veces, esa vida, que pensamos que no nos llena, es una vida privilegiada. El problema es la comparativa constante a la que nosotros y la sociedad nos somete. Porque siempre hay algo más que conseguir. Hay que empezar por agradecer lo que tienes y no estar todo el día pensando en lo que te falta. Pero lo que ocurre también es que a veces estamos cómodos en la comodidad y hasta que no tocamos fondo no reaccionamos.
Y ¿cómo hacemos para librarnos de las críticas a nosotros mismos y de los que tú llamas ladrones de sueños?
“A veces eso que parece el peor día de tu vida se puede convertir en una gran oportunidad”
Javier Iriondo
Los ladrones de sueños son los que te frenan cuando tú te propones algo en la vida. Ellos no son capaces e intentan quitarte la idea de la cabeza. Es fruto de sus miedos. Por miedo a tener una desilusión intentan quitarte de la cabeza tus sueños. Y luego está la crítica, por la comparación que hacemos. Nos maltratamos a nosotros mismos. Si alguien nos hablara como nos hablamos a nosotros, nunca sería nuestro amigo. Nos cuesta encontrar cosas positivas sobre nosotros y es más sencillo hacer una crítica.
La pregunta es: ¿cómo sería tu vida si aceptases todo lo que eres, tu personalidad, tus circunstancias, tu físico? Solo desde esa aceptación podemos cambiar muchísimas cosas. A partir de ahí empiezas a ser amable contigo mismo.
Tú siempre hablas de la importancia de conectar con uno mismo. Tú lo haces a través de la naturaleza.
Nosotros venimos de la naturaleza. Está demostrado que si te ponen paisajes en la pantalla del ordenador tus pulsaciones se relajan. Yo lo necesito, pero hay gente que es de asfalto y cada uno tiene que definir cómo conectar consigo mismo. Lo que nunca hay que pensar es que algo externo va a solucionar un problema interno.
Hace poco que has publicado tu nuevo libro ‘La vida te está esperando’…Otra historia que nos deja sin aliento…
La verdad es que todos los días me escribe gente a la que el libro le está ayudando a despertar y a comprender el por qué de muchos conflictos que están viviendo. Es la historia de Sofía, pero creo que Sofía somos cada uno de nosotros. Es una historia que está cambiando vidas.
¿Qué hay de Javier Iriondo en Sofía?
Todo. Yo siempre soy los personajes de mis libros. A este le he dedicado tres años de mi vida. Y pensando sobre la vida llegué a tener doscientas páginas de apuntes.
Sofía tiene una buena vida, pero no es capaz de disfrutarla como debería. Eso tiene que ver con nuestros padres y con la cultura de este país de funcionarios-opositores por excelencia, en busca de la seguridad. Nos han enseñado a ganarnos la vida, pero no nos han ensañado a vivir.
No nos han enseñado cómo funciona nuestra cabeza, nuestro mundo interior, nada de lo que es realmente importante en la vida y así pensamos que cuando tengamos el trabajo, la casa, la familia, la seguridad, entonces, por fin, llegará el día en que podré descansar. Así que nos pasamos la vida esperando a vivir, que es lo que le pasa a Sofía.
El problema es que cuando más buscas la seguridad, eso provoca un montón de inseguridad en el presente. Es como que no puedo ser feliz hasta que tenga lo que no tengo. Eso es una auténtica y maquiavélica locura que le pasa a muchas personas hoy en día. Pero, entonces, la vida le da un susto a Sofía y ahí cambia todo.
¿Tenemos que llegar a esos extremos para reaccionar?
No es necesario. El problema es que en el 80% de los casos no lo hacemos hasta que pasa algo gordo. A Sofía los médicos le dicen que le queda poco tiempo de vida y eso, que inicialmente es una noticia dramática, poco después, gracias a un personaje maravilloso que es Maya, le ayuda a darle la vuelta a la historia, se convierte en un nuevo inicio, en una gran oportunidad. Además, lo increíble de este libro es que a mí me ha pasado algo similar al mismo tiempo que lo escribía. En agosto, sentí una molestia en el testículo izquierdo y en una ecografía me detectaron un tumor importante.
Me ocurrió lo mismo que a Sofía, miré al horizonte y pensé que todo estaba en orden y que el desordenado era yo. Entonces, desaparecieron todas las preocupaciones, porque lo que importa es el presente y que esto se puede acabar. Fue un regalazo. Hace poco me operaron y ahora puedo decir que, de todos los libros que he escrito, este me ha costado un huevo (Risas)
En definitiva, a todos nos ocurren historias, pero no puedes montar un drama y convertirte en un lamento con patas. Tú eres responsable de cómo reaccionas y qué significado le das a las cosas. Y esperando la biopsia pensaba: escribe rápido a ver si no vas a llegar al final. Al final, no tenía nada y todo perfecto.

En el prólogo, Victor Küppers destaca lo buena persona que eres.
JMe hizo llorar como un tonto. Le pedí que leyera el borrador y que me dijera si le parecía digno y que, si le gustaba, me escribiera el prólogo.
Hablando de Víctor, tú también eres una de las estrellas de la experiencia Mentes Expertas ¿Qué te aporta?
A veces las conferencias hacen despertar a la gente y tocan teclas que hacen que tomes decisiones, pero para mí influyen mucho más los libros. Es cierto que en las conferencias ocurren cosas increíbles. A veces viene gente obligada, porque se nota, y cuando acabas están al borde de la lágrima y quieren darte un abrazo. Mis conferencias son siempre muy emotivas y cargadas de experiencias personales.
Mentes expertas hace un trabajo maravilloso acercando estas conferencias al público porque, normalmente, esto se hacía solamente en empresas.
Por último, ¿podemos ser felices? ¿Es posible?
Vamos a poner el sí por delante. Pero ya decía Séneca, hace más de dos mil años, que ‘para poder encontrar la felicidad hay que definir qué es la felicidad’.
No es un lugar al que llegas, es una consecuencia de una forma de vivir y lo que para ti es felicidad para otro es un dolor de muelas. Hay que definir qué es y qué es lo que necesitas tú para ser feliz. A mí me gusta más hablar de plenitud, porque puede existir en mitad del sufrimiento. Tiene que ver con una tranquilidad interior que se puede vivir es situaciones a veces duras.
Puedes perder todo lo que tienes, pero no puedes perder quién eres. Esa plenitud de la que hablo tiene que ver con la contribución y, sin embargo, nunca se habla de eso.
Ya lo decía Séneca hace más de dos mil años, «para poder encontrar la felicidad hay que definir qué es la felicidad!
Javier Iriondo (Mentes expertas)
La clave de la felicidad es la calidad de tus relaciones personales y seguir evolucionando como ser humano. Y la contribución es lo que marca la diferencia en la vida de alguien, porque cuando ayudas a alguien que se ha caído y consigues dar luz a su vida, automáticamente se ilumina la tuya.