Entrevista a Javier Ojeda. Cantante de Danza Invisible

Javier Ojedamúsico y compositor, vocalista de Danza Invisible, lanza su nuevo álbum en solitario, «Barrio de La Paz Acto 1», marcado por su personalísimo estilo vocal.

Ojeda se hizo popular a comienzos de los 80 como voz principal y compositor con el grupo Danza Invisible, con el que disfrutó de una exitosa carrera musical, llegando a alcanzar dos discos de platino y cuatro de oro en España durante las décadas de 1980 y 1990, con canciones como «Sabor de amor», «Reina del Caribe» y «A este lado de la carretera». Comenzó su carrera en solitario en 1999, siendo todavía componente de Danza Invisible, situación que se mantiene hoy en día.

Sus éxitos en solitario incluyen «Amante a la antigua» y «El vaivén de las olas», entre otros. Combinando sus ventas como solista con las de Danza Invisible nos encontramos con que Javier Ojeda ha vendido cerca de un millón de discos.

Al ser un referente de la B.S.O de nuestras vidas, hemos querido conocer de primera mano a este músico excepcional.

Siendo muy joven, fuiste vocalista de una de las formaciones más importantes de los años 80´, Danza Invisible. Tenemos entendido que tu intención era ser periodista, ¿cómo diste ese giro hacia el terreno musical y dee que manera surgió Danza Invisible?.

Realmente mi deseo era ser periodista cultural, por tanto mi vocación no estaba alejada ni mucho menos de lo que finalmente acabé siendo: músico. De hecho mi cercanía a los ambientes musiqueros fue la que posibilitó que me ofreciesen hacer una prueba con Danza Invisible, que entonces era un cuarteto de amigos míos que empezaba a despuntar. Tras unos inicios algo dubitativos terminé quedándome con el puesto, también porque Ricardo Texidó, el batería y cantante, deseaba concentrarse con las baquetas y se iba viendo la necesidad de un front-man.

De Torremolinos, tu Málaga natal, a Madrid, con tan solo 17 añitos. ¿Cómo se digiere el éxito de forma tan temprana?

Risas- pues con alegría y desenfreno. Fueron años fantásticos, estábamos como en una nube. Realmente se puede decir que disfruté como un enano, he sido muy afortunado de vivir esos momentos.

¿Qué influencias tuvo en su día Danza Invisible?

Rock mayormente británico de los 80, con marcado predominio de estilos bailables. Te podría nombrar un montón de bandas: Talking Heads, Gang of Four, Mafgazine, Echo & the Bunnymen, Simple Minds, también los grupos de la New wave, Elvis Costello, Joe Jackson, UB40, etc.

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Javier Ojeda (Danza Invisible)

Ya convertidos en un grupo de culto, os marchasteis a grabar a Inglaterra, llegando a colaborar nada más y nada menos que, por aquel entonces, la gran Lisa Standfield. ¿Nos cuentas como fue esa experiencia?

¡Ah, pues fue pura casualidad!. Nosotros estábamos grabando ese disco en Stockport, cerca de Manchester, con el ingeniero Chris Nagle,  responsable de trabajos con Joy Division y New Order y le solicitamos la colaboración de una vocalista femenina para que hiciese melodías sin letra en un par de canciones. Nos trajo a Lisa, que entonces cantaba en un oscuro combo neo-soul llamado The Blue Zone, era una chica simpatiquísima e hizo su papel fenomenalmente bien, y muy rápido. No fue hasta dos o tres años más tarde que tuvo éxito mundial como solista con su disco «Affection»

Después de vuestro disco en directo en el 87, cambiáis de estilo y os decantáis hacia un pop más comercial. Es entonces cuando llegan los éxitos indudables como «Sabor de amor», «Reina del Caribe», «Catalina» o la versión de Van Morrison «A este lado de la carretera». ¿De todas ellas, y de las anteriores, con que tema se queda Javier Ojeda?.

No tengo ninguna favorita.. Pienso que «A este lado de la carretera» es una versión que nos quedó genial. «Catalina» y «Reina del Caribe» tienen el punto del atrevimiento de irse hacia otro lado sin prejuicios y, bueno, de no haber hecho «Sabor de amor» es posible que no estuviese haciendo esta entrevista. Puede que «Sin aliento» sea uno de nuestros mejores temas de los 80, puestos a elegir.

Damos un salto en el tiempo y llegamos a 2006, donde grabas tu primer disco en solitario «Polo Sur», ¿cómo fue esta experiencia?

Muy excitante y al mismo tiempo complicada. Fueron momentos de muchísima emoción por tener una banda nueva y repertorio distinto, pero también tragué las mieles de la decepción al ver que el disco no tuvo la difusión que merecía. Me arriesgué e hice un disco muy arty, con textos curradísimos y músicas evocadoras, posiblemente el público esperaba algo mucho más pop.

Luego vuelves con Danza Invisible para grabar «Tía Lucía» y de nuevo un segundo disco en solitario «Reversos», grabado en el teatro Echegaray de tu querida Málaga, seguro que sería una noche muy especial, ¿cómo la recuerdas?

Bueno, tenía ese viejo proyecto de hacer un álbum entero de covers y finalmente involucré en el trabajo a los Danza, me refiero al »Tía Lucía», un disco que no funcionó nada mal y que nos dio muchos conciertos. Ese año estaba en un periodo de creatividad brutal y decidí plantear un nuevo trabajo recopilando todo o casi todo aquello que siempre quise publicar y no puede por los motivos que fuese. El éxito de los conciertos de los que se extrajo «Reversos» fue considerable. Lamentablemente me costó sacarlo fuera de las fronteras malagueñas. Es un trabajo autoeditado de factura impecable, me sigue gustando mucho ese disco a pesar de su tremenda variedad, o a lo mejor precisamente por ello.

En esa ocasión contaste para uno de los temas,«Idea» con el vocalista de la banda murciana, Second,  Sean Frutos,.  ¿Cómo surgió esta colaboración?.

¡Ah! Es que Frutos es muy amigo mío, en concreto es amigo íntimo de mi primo David Martín, que es murciano. Lo conozco desde que empezaban con la banda, es un tío majísimo y un cantante con mucho estilo. La colaboración surgió muy fácil, ese tema pegaba hacerlo a dúo y cuando se lo comenté aceptó encantado.

Son muchos los vocalistas de míticas bandas de los 80´, 90´que siguen intentando hacerse un hueco en el panorama musical actual. Vosotros habéis evolucionado con el paso de los años, es natural, pero vuestro público, ¿acepta esa evolución, o siguen pidiendo las mismas canciones?

Hay de todo, pero en general el público veterano no evoluciona tanto como debiera aquí en España. Mucha gente se conforma con lo que escuchó en su juventud y no indaga más, se queda en aquello de «cualquier tiempo pasado es mejor». Es un problema porque muchos artistas veteranos con cosas que contar no reciben la atención que debieran precisamente por el peso de su pasado y la falta de evolución de parte de su audiencia.

¿Cómo ve Javier Ojeda, después de 30 años en la música, el panorama de la industria discográfica, en la actualidad?, ¿Cómo adivinas el futuro del sector?.

Uf, me lo estás poniendo crudo. Me encantaría ser optimista pero me temo que en música hemos llegado ya a un callejón sin salida, la industria ya no puede regenerarse porque el pozo es demasiado profundo. ¿La solución? Me encantaría tenerla pero es complicado. Vivimos tiempos de cambio y no sabemos a donde va a parar esta incertidumbre, lo que sí es cierto es que la música no puede desaparecer porque la gente la necesita. Pero hasta que no hallemos como financiarla. Aprovecho para mostrar mi indignación por la absurda medida de la subida desmesurada del IVA cultural, tal y como pensábamos ha arruinado al sector y para colmo el estado ha recaudado bastante menos, ¿qué sentido tienen entonces mantenerla?.

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Vamos al presente. ¿Nos hablas de tu tercer disco en solitario «Barrio de la Paz, Acto 1»?

Es sin duda el trabajo más alegre y bailable de todos los que he hecho en solitario, seguramente también el más comercial. A mí toda esta crisis tan espantosa que nos azota me ha llevado a extender mi cariño por la gente más desfavorecida, por eso aquello del «Barrio de La Paz», en contraposición a la crispación existente provocada por nuestros dirigentes. Es una suerte de latin-soul-jazz andaluz, abrazamos géneros populares como la rumba, el cha-cha-cha o el swing y los revestimos de glamour. Hay una presencia importante de músicos cubanos excepcionales que le ha dado un cariz muy distinguido y retro.

¿Dónde podremos seguirte este año?

¡Ay, donde me contraten! -risas-. Yo vivo en una gira perpetua, estoy disponible siempre que alguien quiera contar conmigo y tenga la fecha libre. De hecho trabajo en varios formatos precisamente para dar más facilidad a la contratación. ¿Tienes tanto? Pues te puedo ofrecer esto o aquello. De hecho gracias a esta versatilidad estoy consiguiendo salir adelante sin muchos apuros.

Para nosotros eres todo un referente de la B.S.O. de nuestras vidas, gracias por esta charla y mucho éxito con este nuevo trabajo.

A ti, y muchísima suerte con vuestra publicación, espero que disfrutéis de mi nuevo disco, ando ilusionadísimo con él.

Lo haremos, Javier!

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