Hoy hace 10 años que nos dejó Helmunt Newton (Berlín 1920). El 23 de enero de 2004 murió en un accidente de tráfico en Los Angeles.
Se recogen en un libro las polaroids que el fotógrafo alemán utilizaba como ensayo durante sus sesiones.
Las imágenes que captó Helmut Newton durante su carrera son iconos caracterizados por el blanco y negro y su sensualidad que permanecen en la mente. Pero estos míticos momentos escondían un trabajo previo que se vislumbra a través de las polaroids que ahora recoge la Editorial Taschen en el libro Helmut Newton, Polaroids.
Portada del libro Helmut Newton, Polaroids.
Un paseo por sus décadas de actividad desde una óptica diferente que actualiza una publicación anterior de 1992 con una selección hecha por el propio artista a las que ahora se unen las fotos elegidas por su viuda, June, con el atractivo añadido de incluir los comentarios de Newton en sus márgenes. Además, estas imágenes se pueden disfrutar en una exposición organizada en su fundación, radicada en Berlín, que se puede visitar hasta el 20 de noviembre.
La vida de un cazador de la belleza, a través de su cámara.
Desde que con 12 años de edad comprara su primera cámara, una Agfa Tengor Box, Newton no dejó de fotografiar. Sus primeras fotos las realzó en el metro, y todas ellas se velaron, a excepción de una.
Su juventud se vio afectada por la persecución contra los judíos, obligándole a abandonar Alemania, dirigiéndose hacia Singapur, con dos cámaras, una Kodak y una Rolleicord.
Allí, ayudado por la comisión encargada de recibir a los refugiados trabajó como fotógrafo en uno de los diarios más importantes de Singapur, el Straits Times. Es ahí donde comenzó su carrera fotográfica, realizando fotografías en la sección de sociedad, si bien, su estilo no terminó de gustar en el periódico, y lo despidieron al poco tiempo.
De Singapur fue deportado a Australia. Y al ser alemán, estuvo un período en un campo de internamiento. Posteriormente fue alistado por el ejército australiano hasta el final de la II Guerra Mundial. Después de abandonar el ejército, cambio su apellido Neustädter por Newton.
Después de la guerra, fundó su propio estudio de fotografía en Melbourne es por esa época cuando conoció a la que más tarde sería su mujer, June Browne.
El trabajo de Newton tiene un estilo propio que hace reconocer su obra por donde se la observe. Fotos llenas de glamour, seducción y elegancia han sido portada de las más prestigiosas revistas.
Son famosas las fotos de bellas mujeres en ambientes lujosos donde algunas de ellas se han convertido en una imagen icónica del siglo XX.
Newton fue un enamorado de la belleza, la que, casi obsesivamente, lograba captar como nadie a través de su cámara.
GFX