Ser mamá a los 40

madre a los 40 años

Nuestra sociedad y el ritmo de vida que abunda en nuestros días hace que nos vayamos cada vez más tarde de casa, tener pareja cada vez a edades más avanzadas o incluso el volver a rehacer nuestra vida amorosa después de una separación. Todas estas situaciones hacen que encontremos una estabilidad más tarde y por tanto que decidamos tener un hijo más tarde.

Ahora que tengo un trabajo más estable puedo realizar mi sueño de tener un hijo…”

“Después de mi separación y con un niño ya casi que tiré la toalla a la posibilidad de tener otro, lo cierto es que ahora mi situación ha cambiado y con mi nueva pareja nos lo estamos planteando…”

“Prioricé mi vida personal y laboral a la maternidad, ahora con 40 años creo que  ha llegado mi momento”.

Lo cierto es que según el Instituto de Estadística, hoy en día la edad media en la que las mujeres deciden tener un hijo es de 30-39 años, mientras que hace veinte años la edad se situaba en torno a los 19 un salto brutal que hace que nos detengamos en éste fenómeno y veamos cuales son los aspectos positivos y no tan positivo de ser madre a una edad avanzada.

Ser madre a partir de los 40 años

Es importante reconocer que una mujer de 40 años hoy está en una condición física infinitamente mejor que su madre a los 40 y ya ni que decir que su abuela a la misma edad.

Aunque su forma física esté mejor, de ahí que los embarazos si sean soportables, tenemos un aspecto que no debemos olvidar y es que los óvulos son fabricados en el cuerpo antes de nacer y por tanto una mujer aunque esté en perfecto estado físico tiene que tener en cuenta que tiene óvulos de 41 años de edad y no hay ninguna célula que sea capaz de soportar ese paso de tantos años en condiciones impecables.

La edad ideal para tener un hijo la marca la mujer, no los médicos. Cada persona es un mundo y algo que no hay que olvidar es que en un embarazo intervienen dos personas, por lo tanto, la salud de ambos va a ser importantísima. Nuestra máxima fertilidad ocurre alrededor de los 20 años aunque hoy en día lo consideramos inadecuado porque somos inmaduros en la vida cotidiana.

Se mantiene bastante bien la fertilidad hasta los 30, decae suavemente hasta los 35 y de los 35 hasta los 40 decae bastante. Por tanto, el mejor consejo que podemos dar a la población general es que debe intentar tener hijos en la medida de lo posible cuanto antes mejor, porque será más fértil, tendrá menos problemas y llevará mejor lo que es la sobrecarga de esfuerzo que requiere un bebé.

La madurez con la que enfocan el embarazo y el deseo de embarazo de una mujer a los 40 es muy superior de lo que lo enfocan otras personas a los veintitantos donde el embarazo es una ilusión, pero no tienen tanto, una visión más global y profunda de lo que es la vida, siempre hablando en términos generales, por supuesto que habrán mujeres con veinte años que gocen de una madurez óptima y otras que no lleguen a alcanzarla durante toda su vida.

Las familias o el círculo de amigos son también un factor a tener en cuenta, ya que, en ocasiones, pueden convertirse ser una fuente de presión teniendo reticencias al principio, pero es curioso que una vez que nace el niño, pasa a ser el centro de atención.

Tanto si el embarazo es concebido de forma natural como si se optase por cualquier tipo de tratamiento de reproducción asistida, en la actualidad las técnicas en reproducción por fortuna, han mejorado mucho y tenemos soluciones para casi todos los problemas. En éste mundo de la reproducción asistida si alguien tiene las ideas claras y sabe lo que quiere y es capaz de luchar, tiene casi en un 100 por cien el éxito garantizado.

Un estudio publicado por la revista ‘Fertility and Sterility’ indica que las mujeres de 40 años tratadas por infertilidad cuentan con una probabilidad del 25% de lograr un embarazo con sus propios óvulos. A los 44, las posibilidades se reducen hasta el 1,6%. A mayor edad, más recomendable es utilizar óvulos de donantes o utilizar una de las múltiples técnicas de reproducción asistida disponibles. Cabe tener en cuenta también laedad del padre, ya que la calidad del esperma también desciende con el paso de los años.

Las embarazadas mayores de 40 suelen tener  mayor posibilidad de tener amenazas de parto, parto prematuro o placenta previa. En general, las mujeres embarazadas por encima de los 40 años tienen un resultado correcto, pero tenemos en nuestras manos riesgos graves, pero no sólo en el embarazo y parto, sino después del parto, aunque con muchos cuidados y con un buen seguimiento médico se consigue.

Los niños nacidos a cualquier edad, pueden estar perfectamente sanos, pero es verdad que una situación de riesgo como puede ser la hipertensión, diabetes, obesidad o trombosis puede llevar a unas lesiones en el niño, que aunque en pocas ocasiones se den, pueden llegar a ser graves. Uno de los principales riesgos es que el bebé presente anomalías cromosómicas. La posibilidad de que el niño tenga Síndrome de Down es de 1 entre cada 100 casos, mientras que en madres de 20 años la cifra es de 1 de cada 10.000 casos. Pruebas como el triple Screening y la amniocentesis ayudan al diagnóstico de estas posibles dolencias.

La ley española no marca una edad concreta para someterse a tratamientos de fertilidad ya que todas las personas no somos igual. Lo que si marca es una responsabilidad a los padres y a los médicos respecto  al futuro de esos niños, no es correcto ni está permitido someter a técnicas de reproducción asistida cuando exista riesgo para el bebé o para la madre, por lo tanto hay una directrices por las que no se practican estas técnicas por encima de una edad, a partir de los 45 años se estudia cada caso de manera más exhaustiva, ya que hay que tener en cuenta que el recién nacido va a tener más de 46 años de diferencia con respecto a su madre y es ahí cuando hay que valorar despacio la situación de cada persona en concreto. La Sociedad Española de Fertilidad recomienda no someterse a tratamientos a partir de los 50 años de la madre.

Como conclusión,  si sois mujeres de más de 40 años y que os estáis planteando tener un bebé, deciros que evidentemente es una decisión importante y con la que la vida os va a cambiar, dejando a un lado las noches en vela, la pesadez de los kilos y el desgaste físico, en muchos aspectos esos cambios serán a positivo y quizás cuando lo miréis y lo veáis sonreír se os olvide (por un instante) el cansancio. Os animo a que consultéis con un médico incluso antes de buscar un embarazo para ver en qué condiciones estáis, y que si os interesáis por los tratamientos de reproducción, no os dejéis llevar por las habladurías y los clásicos, acercaos y conocerlas en profundidad, con un buen equipo especialista se puede conseguir.

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