Después de un aquí te pillo aquí te mato glorioso y retozar en la cama ya vestidos unos minutos, Paula y Jordi abandonaron la habitación de hotel con la intención de volver cada uno a su casa. Se habían conocido en un crucero a los fiordos noruegos cuando viajaban con sus respectivos. Desde ese verano, las dos parejas se veían con cierta frecuencia en Barcelona, muchas de ellas con los niños.
Nada más poner el pie en la calle ocurrió lo que ninguno de los dos esperaría ni en el más rocambolesco de los casos: de frente, en dirección al hotel y enzarzados en miraditas cómplices se acercaban Carme y Chema, la esposa de Jordi y el marido de Paula. Paralizados los unos frente a los otros por la pillada recíproca, no abrieron la boca, probablemente porque todo estaba claro y porque ninguno estaba en disposición para reprochar nada a nadie.
Tras una serie truculenta de gestos torcidos buscando la palabra adecuada, Jordi habló:
–Bueno, chicos, creo que lo mejor será olvidar esto y que cada uno se vaya a casa. Entiendo que no nos va a apetecer vernos de nuevo en un tiempo.
–Sí, creo que eso será lo mejor –corroboró Paula.
Cuando parecía que iban a echar a andar, Chema apostilló mirando a Jordi:
–Un momento, un momento. Pero esto no es justo.
–¿Cómo justo? ¿A qué te refieres, Chema? –se interesó Jordi.
–Hombre, pues porque vosotros salíais del hotel, pero nosotros entrábamos.
Realizador y guionista.
Otros microrrelatos de Generación Ficción:
DANY CAMPOS. “CREO QUE HAGO CINE POR CHAPLIN, AL QUE CONSIDERO UN GENIO, JUNTO CON ALBERT EINSTEIN”
- Los mejores casinos online 2022
- Consejos para jugar juegos de casino en Xb
- Métodos de pago alternativos para tu e-commerce
- Feliz Navidad y felices fiestas…¿o no?
- Carles Puyol es una leyenda del Barcelona