Microrrelatos Generación Ficción: “Ha nacido otra estrella”

microrrelatos

En resumen, doctora: hemos perdido la chispa, el encanto, la pasión, la comunicación… todo –intentó concluir el paciente sin derrumbarse de impotencia-. No sé, ¿no cree que sería mejor que viniera con ella?

Sara golpeó su bolígrafo contra sus labios, inspiró un litro de aire y lo devolvió en forma de palabras:

Yo no creo en la terapia de pareja. Creo en las mentes individuales capaces de sorprenderse y sorprender. Y con todo lo que usted me ha contado, creo tener la solución. Será complicado y requiere su tiempo, por eso probaremos otras alternativas simultáneamente. Pero lo importante es centrarnos en la herramienta, el plan principal.

La escucho.

Detecto un problema de egos desequilibrados: el de ella está muy alto, muy reforzado; mientras que usted tiene la autoestima muy baja. Y ello se debe a que ella va camino de ser una estrella, de hecho comienza a ser famosa… Pues bien, céntrese usted también en su propia carrera, pero piense a gran escala… ¿Nunca ha pensado en dar el salto, en triunfar? Creatividad no le falta, según me ha dicho.

Por primera vez en años, los ojos del hombre brillaron. La fama, el prestigio, el reconocimiento… viejos sueños olvidados tiempo atrás.

¡Claro, eso es! Podría colaborar con ella en su nuevo…

No, no, no –interrumpió la psicóloga-. Eso sólo retroalimentaría su problema, puesto que ella seguiría siendo la protagonista, la líder. Usted debe utilizar sus contactos para crear un rollo alternativo, ir por su cuenta y darse a conocer. En definitiva, debe ser su rival y ella debe verlo así. En cuanto usted comience a destacar por separado, el morbo y los celos despertarán en ella y volverá la pasión. Y tras la pasión, el amor y la comunicación.

El paciente abandonó la clínica, pero su sonrisa no abandonó su cara. Se imaginaba en el escenario, agarrando con fuerza el micro, y escuchando interminables aplausos que le devolverían su autoestima. Sólo necesitaba un nombre para el proyecto, y nunca más volvería a sentir esa impotencia… Un momento, ya lo tenía: «Podemos».

NO TE PIERDAS NADA

Entérate de las noticias destacadas

¡No hacemos spam! Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

Comparte en redes sociales

Sobre el autor

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio