GENERACIÓN FENIX, te trae esos trozos de fotograma, que nunca son pasado, recientes, vintage, futuras… retazos de vida en una gran pantalla.
Hoy tengo el placer de presentarles a uno de mis grandes ICONOS, de esas personas, que te estimulan, te motivan y te hacen creer que el ser humano vive a nuestro lado: Miguel Angel Solá, os reto que indagueis en su historial, personal, laboral y de salud… sin duda, puede ser para muchos un descubrimiento íncreible.
EL ÚLTIMO TRAJE
La película, pese a caer por momentos en los tópicos más absolutos de la pena, añoranza, vejez… es un órdago a la sociedad actual, solo por los tres primeros minutos de la peli, merece la pena verla, la niña envalentonada en su soberbia y prepotencia, culpa del adulto por supuesto que ajeno a quien cría, la mueve en la frialdad más absoluta bajo la sombra de la inteligencia malvada.
Angela y Miguel… tus tetas lllegan a los tacones y tus cojones te cuelgan hasta el betún de los zapatos. Momento estelar sin duda.
Y por último la escena de las camisetas, dignas del envés mas enrevesado, original, creativo y maravilloso, sin duda, una de las mejores pelis que he podido ver en los últimos tiempos.
No os la perdáis si queréis seguir viviendo.
EL ÚLTIMO TRAJE
Argentina
Dirección Pablo Solarz
Guion Pablo Solarz
Música Federico Jusid
Fotografía Juan Carlos Gómez
Reparto Miguel Ángel Solá, Ángela Molina, Martín Piroyansky, Natalia Verbeke,
Género
Drama | Holocausto. Vejez
SINOPSIS
Narra el viaje de Abraham (Miguel Ángel Solá), un sastre judío de 88 años que decide embarcarse en la aventura de encontrar a un viejo amigo que le salvó hace más de siete décadas de una muerte segura durante el holocausto, hacia el final de la ocupación Nazi.
CRÍTICAS
Tras un prólogo que sintetiza las ruinas familiares que ha dejado tras de sí, el relato se convierte en un viaje pintoresco, dramático en el fondo y con una oportuna capa de comicidad en primer término. Solá y Molina a la cabeza, son la gran fortaleza de una película que no esquiva todo tópico, ni parece ambicionar mucho más que una parca corrección, pero logra trazos de originalidad en su descripción de la comunidad judía argentina.
Aseada y solventemente protagonizada por un Miguel Ángel Solá caracterizado en exceso, el tono teatral de su trabajo aporta una solemnidad que funciona en contraste con los diferentes personajes que encuentra en su periplo .
Sustentada en la presencia y la fuerza de la interpretación de Miguel Ángel Solá le rodea de buenos personajes . Algo del cine de Alexander Payne posee . Pero mucho más del universo literario de Saul Bellow .
Se trata de una historia sencilla sobre búsquedas personales que apela al tono nostálgico y lo consigue gracias a Miguel Angel Solá, sobre quien descansa el peso del relato.
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