Hace poco llamó mi atención algunas preguntas hechas por adolescentes. Algunas de ellas sobre lo que pueden hacer, o no, siendo aun vírgenes, y tantas otras preguntas relacionadas con los embarazos, o enfermedades de trasmisión sexual, porque aunque parezca mentira, a pesar de tanta información, aún hay muchos mitos que calan en nuestros jóvenes, temas que después de los 30 o los 40 pueden parecernos incluso graciosos, pero que a muchos les han quitado el sueño.
Todas estas preguntas, me llevan a recordar que durante esa época pensamos que lo sabíamos todo, que después de las clases de anatomía y química ya estábamos preparados para abordar cualquier tema sexual. Escuchábamos a otros compañeros alardear de la fantástica y abundante vida sexual. ¡Ja! adolecentes, que etapa tan bonita.
Sin embargo durante los 20 y los 30 entendemos que el sexo es mucho más que solo eso, que aún hay mucho que descubrir.
Los hombres pasan de buscar preferentemente su placer, a descubrir el de sus parejas. Mientras que, las mujeres se vuelven un poco más egoístas, lo que les lleva a conocerse mejor, y a ambos a querer descubrir nuevas experiencias.
Estudios revelan que a partir de los 35 años las mujeres alcanzan la verdadera madurez sexual. Aquellos órganos sensibles al placer se agudizan y sensibilizan, mientras que para los hombres la implicación de las emociones y del pensamiento, en un acto que hasta entonces fue meramente físico, finalmente les aporta el plus que las mujeres buscan.
Pero no todo es placer y sexualidad de forma positiva. La principal kriptonita del treintañero común es su mente, por la que pasan ideas como el miedo a envejecer, la falta de aceptación de sus cuerpos, perdida, o disminución de la masculinidad o del deseo sexual. Pero no te dejes vencer, todo esto es solo mental, como he dicho, la receta es mantener el equilibrio, vida y dieta sana, mucha creatividad, menos complejos y entregarse a la pasión.
Este despertar sexual, como cualquier cosa en el cerebro humano, no es precisamente una receta universal. Como es de esperar, está directamente relacionado con nuestras experiencias vividas, nuestra moral y mil temas más. Si no consigues un equilibrio entre el cuerpo y la mente, el paso de los años solo agudiza la problemática, casos como la anorgasmia o la eyaculación precoz, son un ejemplo de ello que en edades avanzadas lo mejor es recurrir a la ayuda de expertos.
Ten siempre en cuenta que los 40 son los nuevos 30, que cada vez somos más longevos, por tanto tenemos que adaptarnos, aprovecharlo de forma positiva, mejorando nuestra calidad de vida y siendo felices. Además si los primeros 30 han sido buenos imagínate lo que puedes conseguir en los próximos 30 o 40 años. No dejes que nada te detenga.
Seguro que tienes muchas anécdotas divertidas y/o educativas de que has aprendido hasta ahora, tu visión sobre estos cambios maravillosos no te lo quedes solo para ti, cuéntanoslo, que en el conocimiento colectivo está el crecimiento de la sociedad.
¿Tienes alguna pregunta?…, coméntala. ¿Te ha gustado el artículo?…, ¡compártelo!. Mientras tanto, te espero para nuestro próximo viaje por los sentidos…
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