Viudas negras. El caso de Francisca Ballesteros, la envenadora de Melilla
De nuevo, nos encontramos ante una mujer aparentemente normal, casada, con dos hijos y que se desenvuelve con soltura en su ambiente social.
De nuevo, nos encontramos ante una mujer aparentemente normal, casada, con dos hijos y que se desenvuelve con soltura en su ambiente social.
Amanecía Madrid en el año 1987 cuando, entre el frío y la neblina propia de la estación otoñal, …