Me encuentro hoy con Pedro Alberto Cruz y con Nicolás de Maya. Dos figuras clave en Murcia para entender la evolución del arte contemporáneo. Es difícil hablar sobre arte. Entran en el tablero subjetividades, sensibilidades y formas de entender la vida y el mundo que nos rodea. Conozco a Pedro Alberto y Nicolás desde hace tiempo, mantenemos una cordial amistad, y entiendo que por diferentes motivos son las personas idóneas para abordar en profundidad este complejo mundo. Me encuentro, además, extraordinariamente bien con ambos, son tipos pausados, medidos, con cosas interesantes que contar, con oficio, con experiencia y conocimiento, con un trato dulce y argumentaciones de peso.
El encuentro se produce en el Restaurante A Bombo y Platillo, situado en plena Plaza Adolfo Suárez, en el cercano y querido municipio de Alcantarilla. Uno de esos “municipios isla” que llaman ahora. No tenía el placer de conocer este Restaurante. Mi amigo José Pérez, patrocinador de estos encuentros, siempre me habló maravillas de este sitio. Cortas quedaron sus palabras sin duda.
Con el ingenioso nombre de «A Bombo y Platillo» se presenta este gastrobar que va a dar mucho que hablar y que os recomiendo que os acerquéis a probar. Su propietario y jefe de cocina es Francisco Pellicer, que ha pasado por cocinas como la de El Rincón de Pepe, Arzak, Aquelarre y más recientemente Sabores (Marla Center) y que fue ganador del III Certamen de Jóvenes Cocineros de la Región de Murcia. Su cocina se basa en una buena materia prima y una elaboración muy cuidada, a la que le aporta su toque de autor. El nombre del restaurante viene del apodo de su padre, «Bombo», y un juego de palabras con su oficio de chef.
El local es sencillo, con predominio del blanco y una iluminación en tonos azules que crea un ambiente elegante; con una pared-pizarra en la que ponen las tapas y vinos por copas. Dispone de una zona de barra, comedor y una terraza.
El servicio también estuvo a la altura, muy amables y atentos en todo momento y con la rapidez adecuada entre plato y plato, pese a estar lleno el restaurante.
Empiezan a aparecer por la mesa excelentes platos, con una presentación exquisita, un aperitivo distinto y con muchísima personalidad. Estamos en esas cuando pregunto a Pedro Alberto:
¿El Arte Contemporáneo está denostado o sobrevalorado?
Yo pienso que en cierta medida se podría decir ambas cosas. Sobrevalorado y denostado. Se trata siempre de prejuicios que se tienen y mantienen. Estoy en contra tanto de los tradicionalistas que detestan lo contemporáneo “a priori”, como de los contemporáneos que detestan el pasado. Lo que al final importa son los buenos conceptos, las buenas obras, y con eso hay que quedarse.
Yo siempre digo a mis alumnos de Bellas Artes el primer día de clase que difícilmente entenderán el pasado, cualquier época, si no son capaces de entender lo que se hace hoy. Por naturaleza, por genética, estamos todos capacitados para entender antes que nada lo que nos es contemporáneo siempre.
Por un extraño motivo que jamás resuelvo nunca acabo de entender como los jóvenes de hoy son capaces de leer el cómic con el lenguaje más transgresor, escuchar la música más trendy, ver cine de ensayo a la última, y sin embargo el concepto de las artes visuales lo ven siempre como el reinado de unos pocos, como algo siempre ajeno.
Hay que desmitificar el Arte Contemporáneo. Tanto los que tratan de complicar el asunto para quedarse ellos como paradigmas de la calidad como los que gustan de denostarlo de forma previa y sin motivo campan en extremos que de forma rotunda rechazo.
Viene a cuento que pregunte a Nicolás:
Como concepto general, ¿el arte es objetivo o subjetivo?
Hombre, de forma general nada es estrictamente objetivo, todo está sujeto a la subjetividad de cada persona. Pero al mismo tiempo tiene que haber un esquema real, las cosas no suceden porque sí. Ocurre que hoy en día todo se enjuicia muy rápidamente, los criterios también, quizá por desconocimiento o por todo lo que envuelve esta mundo. Avanzamos en la subjetividad, pero la subjetividad como medio y fin tampoco es el camino. Se necesitan unos cánones. A veces se necesita tiempo para enjuiciar una obra, a veces no es demasiado comprendida en un tiempo y lugar. Los juicios no pueden ser contraproducentes y aleatorios siempre. Se necesita mesura. Todo tiene las lógicas consecuencias de un período de ejecución.
Por otra parte entiendo que la subjetividad es personal en todos los aspectos. No todo el mundo tiene capacidad para apreciar un plato como éstos que estamos degustando, todo el mundo no tiene porqué comprender una música o un estilo.
El asunto es siempre la educación. Hay que estar formado y preparado. La cultura es siempre un asunto mayúsculo que ayuda a vivir y a entender todo lo que nos rodea.

Comprobará el querido lector lo interesantísimo que se está poniendo el asunto. Me gustaría que también viese lo que desfila por la mesa. El equipo del restaurante al completo nos está haciendo sentir en un nirvana con la calidad y presentación de los platos, con su amabilidad y con la paz que se respira en este espacio tan bien diseñado. Hay un tema que estaba deseando preguntar a Pedro Alberto:
¿Qué opinas de que el arte y el llamado “compromiso social” hayan sido históricamente vinculados?
El arte será comprometido o no será. De una manera u otra el artista siempre se está preguntando sobre lo real y dando respuesta dentro de su subjetividad. Cuando hablamos de compromiso tenemos que desligarlo de un adjetivo absolutamente dañino, no solo para el arte sino también para la cultura en general, que es “lo político”. El concepto de Arte Político no deja de haberse configurado ya como otro género más. El Arte Político ha dejado de ser una forma de transgresión y pensamiento crítico para convertirse en una manera de ser aceptado por el mercado. Terrible.
El Arte político es la expresión más burda del compromiso. Hay compromisos desgarradores, profundos, abrumadores, refinados, radicales o revolucionarios, pero yo siempre mantengo la teoría de que la revolución siempre será un acto de sutileza. Está todo tan congestionado, tan cargado, tan hipertrofiado, que el auténtico revolucionario es aquel que es capaz de hacer una operación de microcirugía. No existen las grandes revoluciones. Se han perdido y el Mayo del 68 pasó.
Querría decir también que para mí no hay mayor radicalismo que la moderación. La moderación no quiere decir estar en el centro, supone entender que en cualquier coordinada de la realidad puedes encontrar pensamientos que te sean válidos, y que al final todos construimos nuestro pensamiento como si de un collage se tratase. No debemos enclaustrarnos ni absolutidad nada. El verdadero compromiso es fluir y visitar todas las regiones de la realidad.
No hay mayor forma de compromiso y de estar en la realidad que la contradicción, la coherencia es una forma de fascismo. Aquellos conceptos que se oponen entre sí se pueden juntar. Cada situación necesita una solución.

Estamos todos con la sensación de estar viviendo lo que ahora se llama pretenciosamente “un momento único”. Pero es cierto que el tema está resultando apasionante. Nicolás:
¿Qué opinas de la asociación de los términos «Arte» y «Etica»?
La ética es una gran cualidad. Amor a tu trabajo. Comprender el contexto. Los hay que se santiguan o maldicen su trabajo. En mi caso la ética es responsabilidad. La obra se ha de defender por sí misma.
Desde niño siempre he sabido lo que quería. En mi caso he tenido la suerte de ser lo que quería. He desarrollado una gran autocrítica, y eso es lo que me ha hecho evolucionar.
No tiene porque ir necesariamente aparejado la bondad personal y la capacidad artística. Ejecutar una obra de arte es como un vicio, llega un momento en que el ego ni te lo encuentras, entras en un estado zen, y eso es lo que engancha.
Es capital también entender el concepto de disciplina. Sin un gran sentido del rigor y la dedicación yo no habría podido llegar a considerar mi obra lo suficiente como para abrirla al mundo.
José Pérez, Director de IFUR, la empresa que patrocina estos encuentros, se encuentra tan ensimismado como yo. En un momento ideal propone abordar un asunto que es capital. Se dirige a Pedro Alberto y le pregunta:
¿Cómo se han de entender las relaciones entre el Arte y las Instituciones? ¿Cómo percibes el Mecenazgo en las empresas?
Habría que empezar con una afirmación que creo que es fiel a la realidad: En España la Cultura nunca ha interesado nada. Hay que ver las cosas desde el punto de vista de que la Cultura ha tenido siempre una dependencia extrema de las Administraciones Públicas. El argumento de la Ley de Mecenazgo no se acomete por la posible merma de ingresos en esta situación, pero también es cierto que ni en la época de vacas gordas se pudo poner en marcha proyectos así.
La Cultura es el último vagón del tren siempre. Sólo llegará dinero si hay época de bonanza, sino es así jamás llegará. Triste pero real. Nadie quiso crear realmente una estructura para consolidar la cultura independientemente de la situación socio-económica del país.
También tenemos que añadir otro elemento de análisis: salvo contadas ocasiones el empresariado español no se ha interesado nunca por la Cultura y no ve rendimiento en los intangibles. No percibe la capacidad de generar marca que tiene la Cultura. En España la Cultura o cambia su estructura económica radicalmente o está condenada a morir.
Y sigue este extraordinario ágape, el chef de la casa nos explica con una minuciosidad asombrosa la composición de cada plato. Estamos navegando en un oasis de placer. Una tertulia al antiguo uso. Continuando con el hilo de la conversación le pregunto a Nicolás:
¿Cómo piensas que están las relaciones entre el Arte, el Mercado y los Clientes?
Todo es muy relativo. Hay artistas que ejecutan sus obras para el mercado, y hay obras de arte que no está en el mercado. Es verdad que hay leyes de mercado que delimitan el Arte que se está solicitando.
El Arte está ligado históricamente a la economía y al poder. Ya desde el Renacimiento sucedió así.
Durante estos pasados años de bonanza hubo mucho movimiento y grandes coleccionistas como Saatchi & Saatchi apostaron por jóvenes talentos ingleses. Eso creó una burbuja de Arte sobrevalorado o no, eso lo dirá el tiempo, pero con una indiscutible carga de relación inversión, beneficio y negocio. Incluso el Arte como medio especulativo.
Hay que reconocer que en Arte hay mercado de primera, segunda, y también la Champion League. Y en ésta última hay grandes intereses. Si apuestan por tí te llevan al infinito. Basta que se pongan de acuerdo, que se cuelgue tu obra en el Museo y se dispara la cotización, a veces. muchas veces, artificialmente, con el objetivo del puro negocio.
Sucede que a veces artistas muy valorados se quedan en nada con el tiempo, pero también sucede al revés. Es todo muy complicado, pero es cierto que hay unos hilos que mueven un grupo de gurús que lo manejan todo.
Es importante que en el Arte esté representado su momento social. Esto ayuda mucho. Y también hay que saber estar ahí, relacionarse, acudir a centros de toma de decisiones, estar de actualidad. Todo es muy complicado.
Yo he vivido siempre de mi trabajo como artista, pero he tenido que evolucionar. Antes se vendía casi todo en la exposición, mi trabajo siempre ha gustado mucho en Murcia, quizá por el concepto de figuración. Pero ahora hay que adaptarse. Yo he entrado en el mundo de la escultura, del encargo empresarial, si antes pintaba 50 piezas ahora pinto 10, pero sigo viviendo de mi creatividad y de mi pasión. Eso para mí es fundamental. He conseguido mantener mi caché pero me he tenido que diversificar.
Ana Laura Barrera se interesa, ya casi en los postres extraordinarios que estamos saboreando, por un asunto que da mucho juego, y así, de una forma acertadísima, le pregunta a Pedro Alberto:
¿Cómo se estructuran las relaciones entre el artista, la obra y la crítica?
Hoy, sobre todo en España, es algo residual el crítico de arte independiente y con prestigio. Ese mundo está ya ligado a un áurea de romanticismo como lo está todo aquello que se diluye. Cada vez más el crítico tiene menos poder y menos capacidad de decisión.
A nivel global se ha producido una evolución desde los años 60 y 70 donde el crítico era una pieza fundamental en el engranaje del mundo de arte y ejercía como uno de sus protagonistas. El comisario tomó el relevo como la gran estrella en el circo del arte contemporáneo. Actualmente quien “parte el bacalao” es el coleccionista. Es el que decide que un tipo de arte pasa de costar miles a millones, ha pasado con muchos artistas y mucha obra conceptual y de abstracción.
Vivimos ahora un retorno a la pintura. Es por lo que están apostando los coleccionistas. Son, desde luego, la única figura capaz que tiene influencia sobre el mercado, estilos, modas, conceptos, etc…
En España la crítica de arte, la intelectualidad artística como tal, es prácticamente inexistente. No hay la elaboración teórica que ha existido en países de nuestro entorno y en Estados Unidos. Las tendencias filosóficas e intelectuales han llegado tarde y la crítica ha ido siempre a la zaga.
El resultado se acentúa. El nivel de la crítica es de una mediocridad insultante e inoperante. Es inexistente.
Con la rotundidad y la sinceridad de Pedro Alberto vamos llegando al fin. Hemos hecho nuevos amigos y nos estamos sintiendo como en casa. La tarde es inolvidable. Lo es para todos los que hemos tenido oportunidad de compartir una excelente gastronomía, amistad, confidencias, opiniones y esa pasión por vivir y hacer que tienen todos aquí hoy. A Bombo y Platillo se ha grabado en nuestro corazón.Todavía me interesa que Nicolás me hable de algo más. Y se lo pregunto:
¿Cómo ves el futuro?
¡Si supiera yo dónde vamos!. Bueno, la realidad es que ahora todo está permitido, todo se tolera, todo se aborda desde la normalidad. Quizá esta multiculturalidad que ha traído la globalización está ya impregnando el mundo artístico, no podía ser de otra manera.
Caben más tendencias, hay más simbiosis, todo va a ser un compendio de lenguajes artísticos en todas sus variantes.
influirán los soportes. Se abrirán más campos, más disciplinas. Es verdad, Pero el futuro esta aquí. Es convivencia. Se construye cada día. Siempre varía y siempre está. La herramienta que lo hace posible es la creatividad, esa es la clave.
Hay que confluir. Se ve claramente que hay público para todo.
Las redes nos acercan a todo el mundo. Todos vivimos en un mundo interrelacionado que nos enriquece. Esto va a ir a más.
Y llegamos al capítulo de las despedidas. El de los agradecimientos, realmente hay que decir que no se puede atender con más calidez y calidad a unos clientes. Empieza el turno de las fotos. Y el de los abrazos. Y nace un sincero propósito. Hay que repetir. Hay que volver a quedar. Es el deseo de todos. Y a fé que lo haremos pronto, muy pronto… Gracias, gracias una vez más…
Todavía en la calle nos resistimos a separarnos, pero la vida sigue, y nosotros con ella…

PROYECTO DE COMUNICACION “ESENCIA”
Entrevistas a Personalidades relacionadas con la Economía, la Comunicación, la Cultura y la Solidaridad.
Proyecto patrocinado por:
HEMINGWAY FAN CLUB
IFUR
Entrevista 4.
Lugar:
Restaurante A BOMBO Y PLATILLO en Alcantarilla (Murcia)
Invitados:
Pedro Alberto Cruz
Profesor de Arte en la Universidad de Murcia. Articulista. Escritor.
Ex-Consejero de Cultura de la CARM
Nicolás de Maya
Técnico Superior en Diseño Industrial
Pintor. Escultor.
Asiste también:
José Pérez
Director Gerente de IFUR
Ana Laura Barrera Vallejo
Directora Ejecutiva de IFUR
Realización: Victorio Melgarejo
Fotografías: Reme Gómez Sierra
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